Cómo dormir bien por la noche afecta a su bienestar general

Todos nos sentimos mejor cuando dormimos bien por la noche. Somos capaces de concentrarnos, mantener nuestra productividad y estar de mejor humor.

Pero descansar lo suficiente no siempre es fácil. Sin embargo, la incorporación de hábitos saludables a su estilo de vida puede ayudarle a beneficiarse de las poderosas ventajas de dormir lo suficiente.

¿Cuántas horas de sueño son suficientes?

La cantidad de horas de sueño que se recomienda varía según la edad. La National Sleep Foundation  (Fundación Nacional del Sueño) recomienda dormir entre 7 y 9 horas para los adultos de 18 a 64 años, y entre 7 y 8 horas para los mayores de 65 años.

El poder de dormir bien durante la noche

“Cuando dormimos adecuadamente, nos ayuda con nuestra claridad mental, e incluso nos ayuda a mantener nuestro sistema inmunológico a raya” dijo Jessica Vogle, gerente de educación para la salud del  WellPower.

También puede ayudarle a mantener un peso saludable.

“Tenemos tendencia a elegir mal los alimentos cuando no dormimos bien”, dice Jessica. “Cuando estamos cansados y tenemos menos energía, a menudo resulta en una falta de ejercicio”.

Y dormir mal, o no lo suficiente, ralentiza el metabolismo del cuerpo. Puede provocar que el cuerpo produzca más insulina y cortisol, lo que hace que el cuerpo almacene energía en forma de grasa. También puede provocar cambios en las hormonas que regulan el hambre y la sensación de saciedad.

Por otro lado, dormir demasiado también está relacionado con el aumento de peso. Y puede causar otros problemas, entre ellos:

  • Problemas de cognición y memoria
  • Depresión, ansiedad y otros trastornos del estado de ánimo
  • Aumento de la inflamación corporal
  • Dolor corporal
  • Aumento del riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y derrames cerebrales

Cómo dormir bien por la noche

Entonces, ¿qué se puede hacer para intentar conseguir la cantidad ideal de horas de sueño? Practicar hábitos saludables durante el día y la noche puede ayudar.

  • Establecer una rutina a la hora de acostarse. Intente darse una ducha o un baño caliente, leer un libro o hacer estiramientos ligeros.
  • Crear un ambiente agradable para dormir. Mantenga su dormitorio a una temperatura entre 60 y 67 grados, apague las luces y utilice un colchón y almohadas cómodos. Intente utilizar cortinas opacas, persianas, tapones para los oídos, una máquina de sonido o un humidificador.
  • Evitar estimulantes como la cafeína y la nicotina cerca de la hora de acostarse. Cuando se trata del alcohol, la clave es la moderación. Un exceso de alcohol demasiado cerca de la hora de acostarse puede interrumpir el sueño durante la noche, ya que el cuerpo comienza a procesar el alcohol.
  • Evitar los alimentos que pueden causar acidez antes de ir a dormir. Evite los platos abundantes, grasos, fritos y picantes, así como los cítricos y las bebidas con gas.
  • Limitar las siestas diurnas a 30 minutos. Dormir la siesta no sirve para compensar un sueño inadecuado, pero una siesta corta puede ayudar a mejorar el estado de ánimo, el estado de alerta y el rendimiento.
  • Ejercicio. Tan sólo 10 minutos de ejercicio aeróbico durante el día puede hacer una diferencia.
  • Disfrutar de la luz natural. Salir durante el día para tomar el sol.
  • Probar alimentos que contengan triptófano, magnesio, calcio y vitamina B-6. Estas vitaminas y minerales pueden ayudar al cuerpo a producir melatonina, la hormona responsable de regular los patrones de sueño y despertar.