Las vidas de las personas trans y de raza negra importan: El legado de Marsha P. Johnson

El 28 de junio de 1969, a Marsha P. Johnson se le atribuye el mérito de haber lanzado el primer ladrillo para liderar el movimiento de Stonewall en protesta por la brutalidad policial contra las personas LGBTQ+ en el Stonewall Inn de Nueva York. La protesta duró seis días, creando el catalizador para el mes del orgullo gay tal y como lo conocemos ahora, una celebración de los derechos de la comunidad LGBTQ+ que tanto costó conseguir en los EE. UU. En WellPower, nos sentimos orgullosos de honrar su legado y celebrar su vida con esta edición especial de nuestra serie Black History is American History series (La historia negra es la historia americana).

Los Primeros años de vida

Marsha P. Johnson nació en 1945 en Elizabeth, Nueva Jersey. Se crió en un hogar devotamente religioso y descubrió su identidad trans a una edad temprana, lo que provocó un conflicto entre ella y su familia. Una vez que se graduó de la secundaria en 1963, dejó su casa para vivir en Nueva York. Sólo tenía 15 dólares y una bolsa de ropa.

Al principio de su vida en la ciudad de Nueva York, Johnson sufrió la falta de hogar y empezó a dedicarse al trabajo sexual y a actuar como drag para sobrevivir. Su estilo drag era cómico, político y popular, con looks hechos con flores frescas, túnicas fluidas y tacones rojos de plástico. Entre su experiencia vital como gay no conforme con el género y su trabajo, Johnson se convirtió en una activista de los movimientos de liberación social en favor de los derechos LGBTQ+. Rápidamente se convirtió en un referente dentro de la comunidad gay de Nueva York.

Stonewall y la justicia social

El revuelto de Stonewall consolidó el liderazgo de Johnson en el movimiento por los derechos de la comunidad gay. Más tarde, en 1969, Johnson y su amiga Sylvia Rivera fundaron Street Transvestite* Action Revolutionaries (STAR) para defender y apoyar a los jóvenes transexuales. Con el dinero que ganaba haciendo actuaciones de drag y trabajo sexual, ayudaba a vestir, alimentar y alojar a las personas a las que ayudaban.

El legado de Marsha P. Johnson sigue vivo

En la década de 1970, Johnson empezó a padecer enfermedades mentales, lo que le llevó a sufrir una serie de crisis nerviosas y a estancias en hospitales psiquiátricos. A pesar de sus problemas de salud mental, siguió trabajando con dedicación para STAR, ayudando a garantizar que los jóvenes trans tuvieran un refugio seguro en la ciudad de Nueva York.

El 6 de julio de 1992, su cuerpo fue encontrado en el río Hudson. Su muerte se consideró un suicidio, aunque muchos de sus seres queridos creían que había sido asesinada.

Según el New York Times, “más tarde, en 1992, las autoridades reclasificaron la causa de muerte, a ahogamiento por causas indeterminadas, y en 2012, aceptaron echar un vistazo nuevo al caso, que oficialmente sigue abierto.”

Sin embargo, el legado de Marsha P. Johnson sigue vivo. Ha sido objeto de libros, películas, instalaciones artísticas y trabajos sin ánimo de lucro. Su activismo inició más de 50 años de trabajo incansable, llevando a la comunidad LGBTQ+ hacia la igualdad de derechos en Estados Unidos. Nos enorgullece honrarla como única protagonista de la edición de este mes de Black History is American History series

Recursos adicionales

  1. Biography.com
  2. Women & the American Story
  3. Marsha P. Johnson Memorial
  4. Blackpast.com
  5. New York Times

*El lenguaje evoluciona y cambia con el tiempo. En las décadas de los 60 y 70, el término “travesti” se utilizaba habitualmente para describir a las personas transgénero. Ahora, en cambio, utilizamos el adjetivo “transgénero” o “trans”. Por ejemplo, decimos “James es un hombre transgénero” o “Skyler es una mujer trans.”