Cuando se trata de una relación más sana con el alcohol, ¿la Generación Z se merece un “brindis”?

Es costumbre que las generaciones anteriores se quejen de las más jóvenes, lamentando sus gustos musicales, sus hábitos de consumo y su ética de trabajo “perezosa”. Pero cuando se trata de una relación más sana con el alcohol, hay mucho que aprender de la Generación Z.

Dejando atrás la borrachera

Aunque la Generación Z, definida como las personas nacidas entre 1997 y 2012, acaba de empezar en lo que respecta al consumo legal de alcohol, los primeros indicios de los miembros de la Generación Z mayores de edad muestran mucha más moderación y una actitud sobre el alcohol completamente diferente a la de la Generación X, los Millennials o incluso los Boomers.

Según una encuesta realizada recientemente, el 64 % de los jóvenes de la Generación Z que tienen edad legal para consumir alcohol afirmaron no haberlo hecho en los últimos seis meses. Y el 35% de los miembros de la Generación Z de entre 21 y 24 años completaron lo que se conoce como “enero seco” en 2024, lo cual supone más del doble del porcentaje de estadounidenses mayores de 55 años (14%) que lo hicieron.

Se trata de un cambio sorprendente con respecto a la cultura de las generaciones anteriores, en la que se consumían barriles de cerveza y se bebía hasta emborracharse. ¿A qué se debe este cambio?

La generación Z está demostrando tener más “curiosidad por la sobriedad” que las generaciones anteriores. Son mucho más conscientes de lo poco saludable y adictivo que puede resultar el consumo excesivo de alcohol”, afirma Roberta Robinson, LPC, LAC de WellPower. “Es más probable que la Generación Z valore “la calidad por encima de la cantidad”, y esta mentalidad se extiende también a las preferencias alimentarias y gastronómicas. Para bien o para mal desde el punto de vista económico, la generación Z opta por gastar más dinero en lo que consideran experiencias gastronómicas de mayor calidad, con o sin alcohol”.

La prueba de este cambio es abundante. La más destacada es la reciente caída de las ventas de cerveza doméstica y el aumento de los “cócteles simulados” entre los jóvenes. Los miembros de la Generación Z que sí beben tienden a preferir bebidas mezcladas de mejor calidad y a alternar fácilmente entre bebidas sin alcohol y con alcohol, con el objetivo de conseguir un “colocón” más moderado en lugar del consumo desenfrenado popularizado por las generaciones anteriores.

La popularidad de las bebidas sin alcohol o con bajo contenido alcohólico (NoLo), impulsada por la Generación Z, ha impactado en las decisiones de las empresas cerveceras y del sector de las bebidas a la hora de invertir su dinero en marketing. Entre los jóvenes existe una creciente demanda de cervezas, vinos y cócteles sin alcohol o con bajo contenido alcohólico.

El lado bueno del internet: no se necesita alcohol

A la Generación Z también se la conoce como la generación i o nativos digitales porque el internet siempre ha estado presente en sus vidas. El hecho de que consuman menos alcohol también está relacionado con las nuevas formas que tienen de socializar, ya que muchas interacciones se producen en línea. Beber es a menudo una forma de romper el hielo o un requisito cuando se encuentran en un bar o club, pero no es un componente necesario de las interacciones en línea.

Los miembros de la Generación Z, que conocen bien las redes sociales, también pasan mucho tiempo conectados a internet, y muchos de sus contenidos favoritos promueven el bienestar, como por ejemplo las personas influyentes que crean contenidos en TikTok e Instagram en los que celebran el ejercicio, el descanso adecuado, las recetas saludables y los estilos de vida sobrios. Las generaciones anteriores no celebraban tanto estas opciones de estilo de vida saludable ni tenían acceso al apoyo de compañeros y personas influyentes en línea, ni tampoco tenían la oportunidad de celebrar reuniones y encuentros más saludables y libres de alcohol.

¿Alcohol? ¿ Con esta economía?

¿Otra posible razón por la que la Generación Z tiene una relación más moderada con el alcohol será el coste de las bebidas alcohólicas? Un informe reciente reveló que el 55% de los miembros de la Generación Z lamentaba haber gastado más de la cuenta en alcohol y el 29% indicó que se había endeudado por sus hábitos de consumo. Dado que a esta edad es menos probable que tengan ingresos a disposición que las generaciones anteriores, muchos miembros de la Generación Z han decidido que la “resaca financiera” no merece la pena.

“En general, la Generación Z está mucho más en sintonía con su bienestar personal y da prioridad a su salud mental. La depresión y otros problemas de salud mental no se estigmatizan, sino que se consideran una parte muy normal de la salud. Esta generación es más consciente de los peligros del alcohol para la salud mental y de los riesgos de adicción. La mayoría de los integrantes de la Generación Z saben que el alcohol está clasificado como depresor y que puede agravar cualquier síntoma de salud mental preexistente. Y no tienen miedo de hablar de ello. La generación Z ha adoptado una amplia gama de terapias para tratar los síntomas de salud mental. La expansión de los servicios de terapia a través de la telesalud y empresas como Better Help, que ofrecen servicios en línea, han hecho que la terapia sea más accesible”, señala Robinson. El tiempo dirá si la Generación Z seguirá tomando decisiones saludables y evitando los hábitos de consumo excesivo de alcohol que muchas generaciones anteriores adoptaron en su veintena. Según los primeros indicios, en lo que se refiere a actitudes más sanas hacia el alcohol, la Generación Z está demostrando merecer un “brindis”.