En los últimos años, la expresión “masculinidad tóxica” ha surgido como un concepto rígidamente definido de cómo deben ser, pensar y actuar los hombres, así como de a qué deben aspirar – una persona que sigue estrictamente los roles binarios de género no siente emociones, ejerce poder sobre los demás y no necesita a nadie. Esta ideología dañina ha perjudicado a personas de toda la sociedad, pero hay esperanza: la masculinidad positiva la puede salvar.
La masculinidad tóxica nos roba la conexión
Cuando la masculinidad tóxica le dice a los hombres que sean duros, que no sientan nada y que permanezcan estoicos en todo momento, esto les obliga a no enfrentarse nunca a la amplia gama de emociones humanas que todos sentimos.
En un podcast del Asociación de Psicología Americana (American Psychological Association podcast), Ronald F. Levant, EdD, habla del impacto que tiene en nuestra salud mental el modo en que definimos la masculinidad. Durante los años 90 el llevó a cabo estudios que mostraban esto de forma muy clara.
“Reuní a un grupo de hombres, les pasé cartulinas de tres por cinco y lápices, y les pedí que escribieran en el papel su mayor secreto, aquello que nunca le habían contado a nadie y que nunca le contarían a nadie”, explica Levant. “Entonces recogí las cartas, las barajé de forma muy elaborada y empecé a darles la vuelta. Y en la sala se oían gritos ahogados: “Va a leerlas”. Y lo que encontré fue muy fascinante, que muchos de los secretos, los secretos vergonzosos que los hombres nunca le dirían a nadie tenían que ver con el hecho de violar las normas masculinas.
“Me eché para atrás ante una pelea en la escuela secundaria, me enamoré de otro chico, estaba demasiado unido a mi madre. De niño, lloraba muy a menudo”. Casi te rompe el corazón. Estos son hombres de entre 40 y 50 años que se avergüenzan de sí mismos por cosas que son, básicamente, humanas”.
Levant continúa explicando que la revelación que tuvieron los hombres de este grupo fue que no estaban solos, y ése es el primer paso en el camino hacia la masculinidad positiva.
Masculinidad positiva: el héroe amable
El director de servicios clínicos de WellPower, Steve Fisher, LPC, describe la masculinidad positiva como una forma de ser que se centra en que los hombres conecten con sus emociones, y tambien con otras personas.
“Que los hombres sean conscientes de sus emociones no es una debilidad”, dice Fisher. “Es una fortaleza. Es la valentía de ser vulnerable con los seres queridos y de conectar con uno mismo y con los demás de forma emocional. Además, genera seguridad tanto psicológica como física para las personas importantes en su vida”.
Esa conexión emocional – tanto interna como externa – tiene más impacto del que creemos. Mientras que la masculinidad tóxica le dice a los hombres que se aíslen y que nunca busquen ayuda, lo que a menudo genera estadísticas como que los hombres tengan casi cuatro veces más probabilidades de intentar suicidarse que las mujeres. – (often leading to statistics like men being nearly four times more likely to attempt suicide than women ) – La masculinidad positiva se centra mucho más en el hecho de tener más en cuenta las necesidades individuales como ser humano social y en cultivar relaciones importantes con la gente, dos factores que reducen el riesgo de padecer problemas de salud mental.
“La masculinidad positiva es mucho más que “lo que significa ser un hombre”, afirma Fisher. “Es tratar a los demás con respeto, independientemente del sexo, el género, el rol en la sociedad, etc., y sobre todo hacerlo ante las críticas. La masculinidad positiva dice: “Puedes sentirte poderoso sin tener que imponer la fuerza sobre otra persona. Puedes ser poderoso porque te sientes cómodo con quién eres, sobre tu propia piel, y también puedes darle poder a los demás”.
“A fin y al cabo, se trata de ser responsable, empático, respetuoso y amable, al tiempo que se tiene un auténtico interés por las necesidades y el bienestar de tu comunidad”.
Encuentra a tu héroe (o conviértete en uno)
Hay multitud de modelos a seguir que viven según los principios de la masculinidad positiva. Desde el Sr. Fred Rogers (de Mr. Rogers’ Neighborhood) y Levar Burton hasta el Capitán América de Marvel y Rick Steves (el de los viajes), hay muchas personas entre las que elegir.
También es posible que tengas a alguien en tu propia vida que sea un ejemplo de la masculinidad positiva. Tal vez sea un padre que no tenga miedo de nombrar, validar y fomentar las emociones. O quizás sea un amigo de la familia que siempre se asegura de ir a ver a sus vecinos ancianos y de limpiarles la nieve de la entrada de su casa durante el invierno. Tal vez tu modelo a seguir sea un adolescente que decidió buscar ayuda para sus problemas de salud mental, en lugar de sufrir en silencio.
Independientemente de quién sea tu ejemplo, una sociedad llena de personas que crean seguridad y conexión es una sociedad que tiene la oportunidad de crecer.
“Cuando somos personas que adoptan la masculinidad positiva, nos convertimos en personas que generan en los demás sentimientos de seguridad psicológica cuando están con nosotros”, afirma Fisher. “Fomentamos la comunidad y la amabilidad dentro de nosotros mismos y le mostramos a la gente que ellos pueden hacer lo mismo a través de nuestras palabras y acciones. Esto realmente crea un espacio lleno de respeto y dignidad para nosotros mismos y para todos los que nos rodean, y desde ahí podemos realmente florecer.”