Al verme hoy, no se daría cuenta que he luchado en guerras internas para lograr una vida sobria. No vería los diagnósticos que he disimulado para sobrevivir, la falta de hogar que he padecido o la tendencia suicida con la que he vivido desde que tenía 12 años. Cuando me vea, vera mi éxito: mi próxima graduación con honores, mi vida sobria, mi sentido saludable de mí misma y mi capacidad para tener una relación amorosa.
Para empezar, un poco de contexto
He aprendido mucho sobre los traumas, los abusos, las adicciones y las circunstancias que me llevaron a vivir las experiencias de mi infancia y juventud durante los cuatro años que he recibido servicios de salud conductual de WellPower.
He recibido diversos servicios, todos basados en lo que necesitaba en ese momento: psiquiatría, gestión de casos, terapia y (quizás mi servicio favorito) el acceso al Centro de recursos para adultos y a NextChapter.
Antes de explicar con más detalle lo mucho que me ha ayudado WellPower, primero tengo que hablar un poco sobre mi experiencia.
Crecí en una pequeña ciudad del este de Tennessee. Mi padre quedó discapacitado después de su carrera militar, y yo me convertí en la cuidadora de mi padre y mi hermano pequeño cuando yo tenía 6 años.
Mis padres eran muy religiosos y no creían en la salud mental más allá de nuestra fe. A pesar de que intenté suicidarme por primera vez a los 12 años y de que durante muchos años más tuve tendencias suicidas, nunca recibí el tipo de apoyo compasivo y basado en las pruebas que ahora sé que necesitaba en esos momentos.
Durante mi infancia sufrí abusos y al crecer intenté encontrar la aceptación y la seguridad en las personas que sólo sabían hacerme daño. Luché contra la adicción al alcohol, el crack y los opiáceos cuando asistía a la universidad y durante mis veintitantos años.
Durante todo este tiempo, también ocultaba lo que después aprendí que era un diagnóstico de neurodivergencia.
En junio de 2020, cuando escapé de mi vida anterior en Tennessee y aterricé en Colorado, sólo tenía mis pertenencias personales. No tenía hogar, luchaba por encontrar comida suficiente y no me alcanzaba el dinero para comprarme ropa.
Entonces descubrí a WellPower.
Mi ascenso a la cima
Creo que muchas personas no entienden que la dignidad y un estómago lleno marcan la diferencia para alguien que ha tocado fondo. Cuando no te alcanza para comer, vestirte o para la vivienda, empiezas a perder la esperanza de que tu vida pueda mejorar.
Cuando una gestora de casos me conectó con WellPower, lo primero que hizo fue llevarme al banco de alimentos del Centro de recursos para adultos. Me trataron con humanidad y mucha amabilidad. Fui capaz de pensar con mayor claridad porque tenía comida en el estómago. Pude encontrar ropa adecuada para las entrevistas de trabajo, lo que por fin me permitió tener ingresos. El banco de alimentos y Shopette me alimentaron y vistieron cuando yo no tenía nada.
Durante todo este proceso, conté con el apoyo de un equipo de proveedores clínicos, personal, capacitadores y especialistas de WellPower. El equipo de NextChapter me ayudó a conectarme con una universidad comunitaria, de la que me graduaré con honores. En el Centro de recursos para adultos, me aceptaron en el programa de formación profesional y adquirí una experiencia laboral muy valiosa, y pude ayudar a personas que se encontraban en la misma situación en la que yo había estado tan solo unos meses antes.
Me he esforzado mucho para sanar mis traumas pasados, dejar de consumir sustancias y alcohol y adoptar una vida sobria. No lo habría logrado sin las herramientas y las personas de WellPower.
Las personas son quienes realmente lo hacen posible
Es incomparable el valor de tener a alguien que realmente crea en ti y que marque la diferencia en tu recuperación. Para mí, esas personas pertenecen a WellPower.
Mi equipo de atención es amplio y variado, desde mi psiquiatra y terapeuta hasta mi gestor de casos y especialista en educación. Cada persona me ha apoyado de forma crucial a lo largo de mi camino de recuperación.
He sido capaz de dedicarme en cuerpo y alma a mi proceso de sanación, en gran parte gracias a las personas que me animan. Me han ofrecido los recursos para encontrar herramientas distintas a las sustancias que me ayuden cuando mi vida se complica.
Como cualquier otra persona en su camino de recuperación, tuve que tomar la decisión de querer mejorar. No avanzarás si no quieres hacerlo y, claro que no es un proceso rápido. Llevo años recuperándome, dando pequeños pasos cada día para llegar un poco más lejos que el día anterior.
Ahora me entiendo mejor a mí misma y a mi pasado, lo que me ha ayudado a superar muchos traumas. Ahora entiendo cómo mi diagnóstico de neurodivergencia (que WellPower me ayudó a obtener) ha influido en mi vida. Puedo comunicar mis necesidades y defenderme en espacios en los que antes me retraía para complacer a los demás.
Me puedo comprar mi propia ropa y comida. Puedo formar parte de una relación sana y afectuosa y saber que merezco sentirme segura y cuidada por mi pareja.
Por fin puedo prosperar, y tú también puedes.
Para una persona que se encuentre en una situación similar a la que yo me encontraba al principio de mi camino, le diría lo siguiente: Todos merecen saber que pueden mejorar. Nunca le prometería a nadie que va a mejorar -nadie puede hacer esa promesa con seguridad-, pero sí le diré que puede mejorar. Este proceso requiere trabajo, tiempo, dedicación y determinación. Habrá días, semanas y meses difíciles. Sigue adelante de todos modos. Si me hubieras dicho a los 23 años que algún día tendría 30 y que estaría triunfando en la escuela, graduándome con honores y cursando una carrera como trabajadora social clínica licenciada, no te habría creído.
Mi viaje con WellPower es la prueba evidente de que ningún obstáculo es insuperable y de que, con determinación, valentía, apoyo y una fe inquebrantable en ti mismo, tú también puedes recuperarte.
Llame. Pida ayuda. Vale la pena cada minuto.
Para acceder a los servicios de WellPower, llame al Centro de acceso al (303) 504-7900.