Cómo afecta al cerebro sufrir racismo

Cuando hablamos de racismo, tendemos a centrarnos en las repercusiones sociales y económicas, como la discriminación, la violencia y el acceso desigual a la vivienda, la sanidad, la alimentación y la justicia. Todas estas son consecuencias muy reales del racismo, en particular para las personas pertenecientes a la comunidad negra, indígena y otras comunidades de color.

Pero ¿qué ocurre a nivel físico, biológico? ¿Tiene algún impacto el racismo en el propio cerebro? Sabemos que el racismo no está sólo “en nuestra cabeza”, pero ¿tiene algún efecto en la biología de lo que ocurre dentro de nuestras cabezas?

Respuesta corta: un “SÍ” rotundo

Éstas son algunas de las muchas maneras en las que sufrir racismo puede tener repercusiones físicas y biológicas en el cerebro.

Síntomas del trastorno de estrés postraumático (TEPT)

Sufrir el racismo en sus múltiples aspectos -desde actos de odio y violencia evidentes hasta microagresiones y políticas discriminatorias- puede ser increíblemente estresante y traumatizante. El estrés traumático causado por motivos raciales  puede provocar síntomas parecidos a los del trastorno de estrés postraumático (TEPT), una afección de salud mental en la que una persona revive los acontecimientos traumáticos a través de flashbacks, ataques de pánico, pesadillas, etc.

Estos síntomas son el resultado de cambios en la manera en que el cerebro regula ciertos mensajeros químicos, como las hormonas del estrés, que afectan como se interpreta y responde a los acontecimientos estresantes. Con el tiempo, los niveles elevados de cortisol, epinefrina y otras hormonas del estrés pueden causar graves daños en el organismo, como hipertensión, alteraciones del metabolismo y aumento del riesgo de cardiopatías y apoplejías.

Desarrollo cerebral

Esto puede afectar a personas de todas las edades, incluidos los niños. Según el National Institute of Mental Health, el cerebro humano sigue desarrollándose hasta que una persona tiene entre 20 y 30 años. Los sucesos infantiles, como los traumas raciales, pueden afectar significativamente al desarrollo del cerebro y dejar huellas visibles incluso en la edad adulta.

Según Valentina Lagomarsino de la Graduate School of Arts and Sciences de la Universidad de Harvard “aunque los niños de todos los orígenes se enfrentan a algunas circunstancias perjudiciales, los niños pertenecientes a comunidades infrarrepresentadas suelen sufrir más de lo que les corresponde”

“Se ha demostrado que el racismo y la discriminación causan cantidades tóxicas de estrés y afectan al desarrollo del cerebro”, afirma Lagomarsino. Esto puede afectar al aprendizaje, la concentración y la regulación emocional. Y, para reiterar, se trata de impactos físicos en el cerebro, no de meras circunstancias que pueden superarse al “esforzárse más”.

Vías cerebrales

Las repercusiones del racismo van más allá de unos niveles más elevados de estrés de base: un estudio reciente de Emory University analizó cómo el racismo puede cambiar la propia composición de nuestros cerebros.

El equipo de Emory trabajó con mujeres negras que habían sufrido racismo para investigar los impactos biológicos. Utilizando imágenes de resonancia magnética (IRM), el equipo identificó asociaciones entre:

– Discriminación
– Integridad de la materia blanca cerebral y
– Incidencia de trastornos médicos.

Esto indica que el racismo y la discriminación pueden cambiar la cantidad de materia blanca cerebral. ¿Qué es la ” materia blanca cerebral “? Según la Dana Foundation, coordina la transferencia de información, es decir, cómo nos ayuda el cerebro a pensar. Y, “en presencia de materia blanca dañada, el procesamiento de la información se produce de forma lenta e ineficaz”. Esto puede afectar no sólo a la cognición, sino también a procesos reguladores como la alimentación y el consumo de sustancias.

Memoria y cognición

Otro estudio revelador fue realizado por un equipo de la Universidad de Boston que comenzó hace 25 años, cuando 59.000 mujeres negras se unieron al Black Women’s Health Study del Centro Slone de epidemiologia. El estudio siguió el historial de salud de las mujeres desde mediados de sus 30 años hasta mediados de sus 60 para observar los efectos a lo largo del tiempo.

“Encontramos una relación entre sufrir racismo -que es un factor estresante- y una menor función cognitiva”, dijo Lynn Rosenberg, epidemióloga principal del Centro de epidemiología Slone e investigadora principal del estudio. 

“Hay muchas pruebas de que los factores estresantes están relacionados con una peor función cognitiva”, explica. “La parte del cerebro llamada el hipocampo, que tiene mucho que ver con la memoria, se ve afectada por unas hormonas del estrés llamadas cortisol. El estrés crónico aumenta los niveles de cortisol, lo que provoca que el tejido del hipocampo se vaya encogiendo con el tiempo.”

Acabar con el racismo

¿Qué significa todo esto? En primer lugar, las repercusiones que aquí se exponen apenas tocan la superficie. Le invitamos a seguir aprendiendo sobre este importante tema; los estudios citados anteriormente son un buen punto de partida.

En segundo lugar, se trata de una prueba más de que el racismo sistémico es perjudicial para las personas y las comunidades. Este daño no sólo afecta a las emociones de las personas en el momento, sino también a la química de su cerebro y a sus medios de subsistencia a largo plazo.

WellPower se compromete a acabar con el racismo abordando las desigualdades sistémicas, desmantelando la supremacía blanca y abogando por la justicia para las personas y las comunidades. Más información sobre algunos aspectos de este trabajo aqui.

Cómo conseguir ayuda

Si usted o alguien que conoce está lidiando con los efectos del trauma, llame a Colorado Crisis Services al  (844) 493-TALK (8255). También puede enviar un mensaje de texto con la palabra TALK al 38255 o acceder a apoyo en crisis en persona las 24 horas del día, los 7 días de la semana, en un centro sin cita previa.

Para acceder a los servicios de  WellPower, puede llamarnos al (303) 504-7900 o iniciar una videollamada con un consejero en su teléfono o portátil utilizando nuestro nuevo programa, TherapyDirect.