¿Por qué nos gustan las películas de miedo? (Lea si se atreve)

Es una noche oscura y tormentosa. La niñera oye un ruido que viene del sótano.

Se acerca a la puerta y la abre lentamente, contemplando una escalera a oscuras. El ruido se repite. Con cautela, pisa el primer escalón y comienza a descender hacia la oscuridad.

Vemos un pie, y luego el otro, entrar en el fotograma. En la esquina de la oscura habitación, justo detrás del viejo piano cubierto con una sábana, algo se mueve. La niñera suelta un grito ahogado, gira bruscamente y luego …

Hay algo en las películas de miedo -la tensión desgarradora, los sustos inquietantes, los saltos y sobresaltos, incluso la previsibilidad de los argumentos- que resulta tan cautivador.

¿A qué se debe? ¿Por qué nos atraen las películas que nos asustan?

Para conocer la perspectiva de la salud mental, nos sentamos con Cari Ladd, LCSW, directora del programa TherapyDirect de WellPower.

¿Por qué nos gustan las películas de miedo?

“La investigación nos dice que hay varias razones”, afirma Ladd. “Una es la oportunidad de vivir experiencias nuevas en un entorno seguro. Como humanos, en general somos curiosos, así que tener la oportunidad de vivir algo que de otro modo no experimentarías resulta atractivo”.

Junto con las experiencias novedosas -aunque sean un poco vicarias- se presenta la oportunidad de ensayar mentalmente nuestra respuesta a situaciones hipotéticas. ” Así, pensar si estuviéramos en una situación similar, cómo afrontaríamos esa experiencia estresante y provocadora – eso se llama ‘dominio'”.

A nivel bioquímico, la respuesta al estrés que sentimos implica la liberación de sustancias químicas y hormonas que nos hacen sentir llenos de energía y en estado de alerta. “Las investigaciones demuestran que cuando se siente miedo, como cuando vemos películas de miedo, el cerebro libera sustancias químicas, incluida la adrenalina, que en última instancia pueden dar lugar a una experiencia placentera”, explica Ladd.

Según la teoría de transferencia de excitación de Dolf Zillmann, vivir el estrés o la emoción de una película de miedo provoca una sensación de alivio posterior. Cuanto mayor es el nivel de miedo durante la película, mayor es la sensación de alivio tras su finalización, lo cual puede ser una experiencia que nos haga sentir bien. Una teoría relacionada es el concepto de “catarsis” de Sigmund Freud, según el cual la liberación de emociones fuertes produce un sentimiento positivo. Algunos psicólogos incluso han teorizado que el arquetipo de la “Sombra” de Carl Jung podría aplicarse en este caso.

¿Existen “requisitos previos” que nos permitan disfrutar del susto?

Sí, dos investigadores publicaron los resultados de su trabajo sobre este tema en la publicación Harvard Business Review en el 2021. Descubrieron que es necesario que exista al menos uno de los tres “marcos protectores” para que podamos disfrutar del miedo:

  • Seguridad: necesitamos estar y sentirnos seguros físicamente. Esto tiene sentido: en realidad no queremos correr un peligro real, como ser perseguidos por un asesino en serie. Pero cuando sabemos que es sólo una película y que el fantasma descontento no nos hará daño, podemos replantear la sensación física que sentimos con lo que realmente es, exaltación.
  • Separación: tenemos que entender que las personas que vemos en pantalla son actores que hacen un buen trabajo para asustarnos. Sería diferente si pensáramos que lo que estamos viendo son imágenes reales de una persona huyendo de algo peligroso en el bosque.
  • Control: Esto puede parecer contradictorio, porque parte del encanto de las películas de miedo parece ser la pérdida de control, pero resulta que la capacidad de superar o controlar el nivel de peligro es importante. Como señalan los autores, para poder disfrutar del miedo en una película de zombis, por ejemplo, tenemos que poder decir con confianza “puedo dejar atrás a ese zombi tan lento”.

¿Cuál es la diferencia entre estrés y exaltación?

“Se trata de cómo lo valoramos o interpretamos”, afirma Ladd. Dado que la respuesta fisiológica -la forma en que nuestros cuerpos se movilizan con un subidón de adrenalina y otras hormonas del estrés que provocan esa sensación de tener mariposas en el estómago- es tan parecida, “en realidad todo se reduce al contexto. Si tienes una sensación general de seguridad, las experiencias novedosas o emocionantes pueden ser exaltantes. Si no te sientes seguro [o no tienes esas protecciones de las que acabamos de hablar], esa experiencia puede que se manifieste como estrés o miedo”.

Nota aparte: una táctica habitual para controlar los momentos de nerviosismo o estrés, como durante una presentación de alto nivel o una conversación difícil, es decirse a uno mismo: “Esto me provoca exaltación “. Esto ayuda a replantear la sensación física de nerviosismo como exaltación, convirtiendo así lo negativo en positivo.

¿A quién le gustan las películas de miedo? ¿Existe un “tipo” concreto de persona?

Aunque somos cautos a la hora de describir distintos “tipos” de personas, la investigación parece apuntar a algunas características que se asocian a una experiencia más positiva con el terror.

“Las personas que suelen tener niveles más bajos de ansiedad y empatía disfrutan más de las películas de miedo que las que tienen niveles más altos de ansiedad y empatía”, explica Ladd. “Estas personas [que suelen tener mayor empatía] pueden asociarse más estrechamente con los personajes y sentir mucho del mismo miedo que los personajes sienten durante la película”, lo que resulta en una experiencia menos agradable.

Como era de esperar, “la gente que busca emociones fuertes las disfruta más”, afirma Ladd. También es previsible que “las personas abiertas a nuevas experiencias tiendan a disfrutar más del género debido a su capacidad para experimentar una situación novedosa de forma positiva.”

¿Existe algún beneficio en ver películas de miedo?

Las películas de miedo pueden ser beneficiosas más allá de la emoción del momento. Uno de los posibles beneficios es “la oportunidad de practicar el dominio de situaciones que no son probables nos hace sentir más preparados cuando se producen situaciones estresantes en la vida real”, explica Ladd. “Esto se conoce como La habituación”.

Un beneficio relacionado desde una perspectiva terapéutica es el uso de películas de miedo en la terapia de exposición, una técnica que se utiliza a menudo cuando se trabaja con alguien que padece ansiedad. Según Ladd, “lo que ocurre con el tiempo es que nuestra ansiedad contribuye a que evitemos el estímulo que nos hace sentir nerviosos.” La terapia de exposición consiste en experimentar algo que nos produce ansiedad en cantidades pequeñas pero cada vez mayores, para aprender a gestionar nuestra respuesta.

“La oportunidad de sentir un estímulo estresante nos permite cambiar la historia que nos contamos sobre nuestras propias capacidades, lo que nos ayuda a reducir la ansiedad con el tiempo”, explica Ladd. Esto tambien puede aplicarse a las películas de miedo.

Otro beneficio que han descubierto los investigadores  es la posibilidad de que aumente el vínculo social, incluso el romántico. Sentir el estrés asociado a las situaciones de miedo, incluidas las películas, puede facilitar los sentimientos de cercanía con las personas que nos rodean. Cuando se examinó este fenómeno entre dos personas que se encontraban en una situación potencialmente romántica, éstas indicaron mayores sentimientos de atracción y de cercanía.

¿Y a usted?

¿Le gustan las películas de miedo? Cuéntenos por qué sí o por qué no  enviándonos una nota.

¿Necesita apoyo? TherapyDirect está a su disposición

Dejando a un lado las películas de miedo, si usted o alguien que conoce necesita ayuda para superar la ansiedad, el estrés o cualquier otro problema relacionado con la salud mental, WellPower cuenta con expertos en la materia que están a su disposición.

Nuestro programa TherapyDirect ofrece la conexión con un consejero profesional en cuestión de minutos, todo en línea, sin necesidad de contar con una cita. Disponible para adultos en el área metropolitana de Denver y más allá, de lunes a viernes, de 9 a.m. a 5:30 p.m.

Para obtener ayuda en caso de crisis en Colorado las 24/7/365:

Si necesita apoyo fuera de Colorado, llame al 988 para que le pongan en contacto con el servicio de asistencia local según su prefijo.