Cómo establecer (y mantener) límites durante este periodo festivo

¿Alguna vez ha tenido la sensación de que, a medida que los días se acortan (days get shorter) nuestras listas de asuntos pendientes se alargan? Con el final del año y el comienzo de la época festiva a las puertas, a menudo nos encontramos con que tenemos aún más cosas que hacer aparte de nuestras ya considerables responsabilidades– reuniones familiares, regalos, espectáculos festivos de los niños, fiestas de oficina y mucho más.

No es de extrañar que muchos de nosotros enseguida nos sintamos abrumados. Una habilidad que es más fácil de decir que de hacer y que tiene un valor constante, pero que en esta época del año cobra especial importancia, es la de establecer límites saludables. Cuando tenemos unos límites claros, somos más capaces de salvaguardar nuestro propio bienestar mientras hacemos aún más por los demás, e incluso de encontrar un poco más de alegría durante estas fiestas.

¿Qué son los límites? ¿Y cómo establecerlos? Siga leyendo para descubrirlo.

¿Qué son los límites?

Los límites son las expectativas sobre cómo queremos que nos traten (o que no nos traten). Podemos considerarlos como los límites físicos y emocionales de un comportamiento adecuado, (physical and emotional limits of appropriate behavior), o incluso como lo que necesitamos para sentirnos seguros y sanos (what we need to feel secure and healthy). El hecho de tener límites sanos suele asociarse con una mejor salud mental, (better mental health), una mayor autoestima y una sensación de autocontrol sobre la propia vida.

Éstos son algunos de los límites habituales durante las fiestas que podrían aplicarse en su caso:

  • Decidir que terminará su jornada laboral a las 5 pm y que sólo responderá a correos electrónicos de emergencia fuera del horario laboral y los fines de semana.
  • Dividir la lista de los regalos festivos entre los miembros de la familia para no tener que comprar los regalos de todos en solitario.
  • Comunicando que tiene que salir del trabajo a una hora determinada para asistir al recital de música de su hijo o hija.
  • Expresar gratitud por haber sido invitado a otra fiesta más, pero que esta vez no va a asistir.

Establecer límites

Existen muchas maneras de pensar acerca del establecimiento de límites, con diferentes enfoques en función del contexto. Independientemente del tipo de situaciones ante las que desees establecer límites más claros, existen algunos principios básicos que pueden ayudar.

  • Piense en lo que necesita. Esta suele ser la parte más difícil, sobre todo para las personas acostumbradas a dejar sus propias necesidades en un segundo plano. Pensar en nuestras propias necesidades también puede ser contrario al espíritu de las fiestas, cuando se supone que debemos pensar sobre todo en los demás. Sin embargo, es absolutamente cierto que somos mucho más capaces de cuidar de los demás cuando nos cuidamos a nosotros mismos.
  • Sea realista sobre lo que puede hacer. Usted es un superhéroe, y esto es un hecho. Pero incluso los superhéroes más capaces necesitan ayuda a veces. Una parte del establecimiento de límites sanos consiste en analizar honestamente lo que uno puede hacer por sí mismo y lo que puede requerir la ayuda de otro par de manos.
  • Sea razonable sobre lo que se espera de usted. Aunque usted se vea física y emocionalmente capaz de ocuparse de todo por sí mismo, ¿realmente debería hacerlo? ¿O sería totalmente apropiado que miembros de la familia, amigos o compañeros de trabajo le echaran una mano? Y, al mismo tiempo, ¿hay expectativas puestas sobre usted que pueda rechazar amablemente? El hecho de decir “no” es una de las cosas más difíciles de hacer, así que vamos a analizar cómo establecer y comunicar límites.

Comunicar los límites

Un buen comienzo es establecer unos límites, pero hay que comunicarlos y cumplirlos para ver realmente los beneficios. Una vez que usted haya identificado algunos límites, es hora de compartirlos con los demás.

Las tres palabras clave que hay que tener en cuenta son claridad, calma y amabilidad.

  • Claridad: Utilice un lenguaje sencillo y directo. Esto aumenta las posibilidades de que le entiendan y, por tanto, de que los demás respeten sus límites.
  • Calma: Hable con un tono cómodo y mesurado que transmita confianza y naturalidad. Recuerde que lo que dice es importante y merece ser escuchado.
  • Amabilidad: Trate de asumir que la otra persona también está haciendo todo lo posible y puede no ser consciente de las formas en que le está afectando negativamente a usted. También es posible que quieran saber cómo pueden apoyarle a usted y a sus nuevos límites, así que piense en ellos como posibles aliados; incluso si no resulta así, suele ser útil empezar con buen pie.

¿Está preparado para mantener una conversación clara, calmada y amable sobre sus límites? A continuación, le ofrecemos algunas ideas más que debe tener en cuenta:

  • Usted establece el tono de la conversación. Se trata de una conversación importante y usted se merece que salga bien. Una forma de conseguirlo es mantener la calma y evitar que las emociones se apoderen de nosotros. Por supuesto, esto es mucho más fácil de decir que de hacer, por lo que puede requerir algo de práctica. A menudo, el hecho de empezar con calma puede ayudarle a la otra persona a hacer lo mismo. 
  • Defina sus límites en términos de lo que usted necesita y no de lo que la otra persona está haciendo mal. Intente comunicar lo que necesita en lugar de responsabilizar a la otra persona. Es posible que haya oído hablar del uso de declaraciones “yo”, que pueden desviar la atención de la otra persona hacia sus propias necesidades de una manera útil. Por ejemplo, explicar a la pareja: “Me siento abrumado cuando se espera que yo me encargue de todas nuestras compras de regalos, además de las responsabilidades habituales, así que sería de gran ayuda que pudieras recoger los regalos de tus padres”. De este modo, establece un límite sobre lo que eres capaz de hacer y pide ayuda para realizar las tareas juntos.
  • No se puede controlar la reacción de los demás, pero sí la nuestra. Es posible que, aunque hagas todo lo posible por hablar con calma sin culpar a la otra persona, ésta se ponga a la defensiva o se enfade. Recuerde que usted no es responsable de las reacciones de los demás, pero sí de cómo maneja sus propias emociones. Haga todo lo posible por mantener la calma, aunque la otra persona no lo haga.
  • Intente no ofrecer demasiadas explicaciones sobre los motivos del límite. El hecho de explicar cómo se siente y por qué este límite es importante para usted puede ayudar a la otra persona a entender su punto de vista. Sin embargo, ofrecer demasiadas razones por las que este límite es necesario puede parecer una disculpa o una falta de certeza, lo que puede dificultar que la otra persona lo reconozca como algo que usted realmente necesita y merece. Es posible que interpreten esta conversación como si fuese una negociación, y aunque a veces es importante ser flexible para llegar a un acuerdo que beneficie a todos, hay algunos límites que no se pueden traspasar, por ejemplo, ser tratado con amabilidad y respeto.

Mantener los límites

A veces, sólo hace falta tener una conversación clara, calmada y amable para restablecer las expectativas entre las personas y establecer límites sanos de cara al futuro. Otras veces, puede resultar necesario realizar una revisión periódica para mantener los límites definidos y respetados.

De vez en cuando, haga balanza de sus propios límites: ¿los respetan no sólo los demás, sino también usted mismo? ¿Hay algo que deba aclararse o replantearse? Si se ha infringido un límite recientemente, ¿se trató de una excepción puntual que parecía razonable o de un problema continuo? Por ejemplo, si le pidieron que trabajara hasta tarde una noche para ayudar a resolver una situación urgente después de haberle comunicado claramente los límites de su jornada laboral, ¿se trató de un caso aislado o de un patrón continuo?

Aunque es importante brindar gracia y paciencia a las personas que nos rodean y que también se están esforzando al máximo, a veces puede ser necesario actualizar algún que otro límite. Esto puede parecerse al proceso inicial que consiste en identificar y comunicar los límites desde el principio: determinar qué se necesita, con quién y en qué contexto se aplica, y después mantener una conversación clara, calmada y amable.

Hablar sobre los límites

¿Quiere hablar sobre los tipos de límites que podrían ser útiles en su vida? ¿Proponer ideas para revisar los límites que no se respetan?

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