Nuestros jóvenes tienen problemas. En todo el país el suicidio entre los jóvenes sigue aumentando. Los jóvenes de color y de la comunidad LGBTQ+ corren un riesgo especialmente alto. En la década anterior a 2021, el 13% de las niñas en la escuela preparatoria y el 20% de los adolescentes LGBTQ+ intentaron suicidarse; la tasa para los jóvenes indígenas americanos y nativos de Alaska fue tres veces mayor que la de los jóvenes blancos.
El suicidio es una de las principales causas de muerte entre los jóvenes de Colorado, un estado que registra una de las tasas de suicidio más elevadas del país.
Prevención del suicidio juvenil en WellPower
WellPower adopta un enfoque integral para la prevención del suicidio juvenil, que incluye servicios clínicos regulares, programas como Voz y Corazón, Emerson St para adolescentes y adultos jóvenes y el STAY SAFE Partnership; ademas de la conexión a programas externos como I Matter.
A medida que se intensificaba la crisis del suicidio juvenil, WellPower vio la necesidad de ofrecer más servicios a los niños, adolescentes y adultos jóvenes. Basándose en un enfoque bien establecido que ha ido ganando peso en los círculos de servicios para adultos, WellPower ha incorporado recientemente una nueva función: especialista en apoyo entre pares para jóvenes.
¿Qué es el apoyo entre pares? Los profesionales de la salud mental tienen formación avanzada y experiencia en ayudar a las personas a superar problemas de salud conductual. Los especialistas de apoyo entre pares aportan su experiencia vivida de salud mental a sus interacciones con las personas a las que sirven. Su capacidad para hablar desde la perspectiva de su propio viaje les permite conectar de una forma diferente a la de los proveedores clínicos tradicionales.
Combatir el aislamiento de los jóvenes mediante el apoyo entre pares
Lindsay Hampton es la especialista de apoyo entre pares para jóvenes del equipo Zero Suicide (Suicidio Cero) de WellPower, que proporciona apoyo especializado a personas que padecen de suicidalidad aguda. Hampton, que trabaja con jóvenes en el equipo de servicios de niños y familias de WellPower, se basa en su propia experiencia vital para conectar con los jóvenes a un nivel más profundo.
“Muchas de nuestras reuniones individuales son simplemente para pasar el rato, hablar sobre sus intereses y objetivos, hablar de sus programas favoritos de televisión”, dice Hampton. “Parece una tontería, pero aporta enormes beneficios porque muchos de estos jóvenes se sienten aislados, y tener a alguien un poco mayor que les comprenda es algo realmente útil”.
Dado que el aislamiento es en sí mismo uno de los principales factores que contribuyen al suicidio, especialmente entre los jóvenes, gran parte del valor del papel de los especialistas entre pares consiste en establecer una conexión sin prejuicios con los jóvenes que pueden sentirse desconectados de las personas en otras áreas de sus vidas.
“Hay cosas que les pone nerviosos contar a sus padres, amigos e incluso terapeutas: les preocupa que les juzguen por lo que han hecho o por lo que sienten”, explica Hampton. “Así que hacedles saber que no me van a asustar, que pueden decir lo que tengan que decir y que yo seguiré estando a su lado” puede significar mucho para ellos.
“Hace poco alguien me dijo que reunirse conmigo era como reunirse con su hermana mayor”, recuerda con una sonrisa.
El impacto de las redes sociales en el bienestar de los jóvenes
Sabemos que las redes sociales en relación a la salud mental de los jóvenes pueden ser perjudiciales en algunos casos y beneficiosas en otros . ¿Cómo influye esto en lo que estamos viendo ahora en cuanto al suicidio?
“Realmente es un arma de doble filo, porque, aunque disminuye la conexión en persona, también puede aumentar el círculo social de una persona”, explica Hampton. “Muchos niños no cuentan con muchos amigos de carne y hueso; muchos se conectan a través de las redes sociales”, que pueden ser una fuente de apoyo muy importante.
Sin embargo, estas conexiones virtuales no siempre sustituyen a las presenciales. “Muchas de esas conexiones son, en cierto sentido, conexiones vacías: aunque pueden ser impactantes, no lo son tanto como los amigos y las conexiones de carne y hueso “.
Hampton señala cómo las redes sociales pueden afectar a la autoestima de los jóvenes.” También hay una necesidad de aprobación, y creo que eso puede venir de las redes sociales, y también puede ser perjudicial”. En cuanto dejas de recibir esos ‘me gusta’ y esos comentarios, se les puede hundir la autoestima. También es como una sustancia: te da ese subidón, pero puede derrumbarse rápidamente”.
Las redes sociales también introducen mucho anonimato, lo que hace que sea mucho más fácil decir cosas negativas a los compañeros que tienen todo el impacto, pero menos consecuencias que las interacciones en carne y hueso.
Estar atentos a las señales de advertencia
Desde las redes sociales y el ciberacoso hasta los tiroteos en las escuelas y las pandemias, ser adolescente hoy en día conlleva retos a los que las generaciones anteriores no han tenido que enfrentarse, al menos no de la misma manera. Esto presenta toda una nueva serie de señales que los padres, cuidadores, amigos y otros miembros de la familia deben tener en cuenta a la hora de cuidar de los jóvenes que forman parte de sus vidas.
“Creo que todo se reduce a vigilar su estado de ánimo. Con los adolescentes existe esa mentalidad de que pueden ser impredecibles”, lo que puede hacer que sea difícil saber cuándo algo va mal. Pero, como explica Hampton, “realmente hay un cambio: se les puede ver aislarse, arremeter, empezar a llegar tarde al colegio cuando nunca lo habían hecho”. También pueden perder el interés por las actividades que antes les gustaban, como los clubes extraescolares, los deportes, las aficiones o pasar tiempo con los amigos.
Apoyar a los jóvenes a través de su presencia
Si notamos un cambio en cómo se siente una persona joven, hay cosas que podemos hacer para apoyarle.
“Muchos de nuestros niños tienen miedo tanto por su seguridad física como por su seguridad emocional. Con el aumento de los tiroteos en las escuelas, muchos niños están aterrorizados por su bienestar y eso puede conllevar a la inclinación al suicidio”, explica Hampton. “Sentarse con ellos para decirles que son momentos realmente aterradores, y que tienen a gente aquí para apoyarles” puede marcar una gran diferencia. Intente reconocer y validar lo que sienten: “están muy asustados y tienen derecho a estarlo”.
La crianza de los adolescentes puede ser especialmente difícil debido a la idiosincrasia de esta etapa de la vida. Con sus rápidos cambios de humor y su afán de mayor independencia, es habitual que los padres y cuidadores hagan todo lo posible para acercarse al adolescente, pero éste se aleje de ellos.
Hampton anima a no rendirse. “Simplemente hacerles saber que están ahí y disponibles para ellos, puede que eso no siempre sea recíproco, pero significa mucho y puede que llegue ese momento en que sí tengan ganas de tenderles la mano”.
Los pensamientos suicidas no son un defecto
Como padres, cuidadores, familiares o amigos, el intento de suicidio por parte de un joven puede ser terrible, aterrador y traumático. En el tiempo que sigue al suceso, también es importante no reaccionar con ira o medidas de castigo hacia el joven que está sufriendo, aunque ésa pueda ser nuestra primera reacción.
Hampton reconoce que el hecho de responder con castigos es una forma habitual que emplean los padres para tratar de mantener a salvo a sus hijos y frenar las conductas peligrosas. “Lo entiendo, y tampoco es la mejor forma de tratar el asunto. [La ideación suicida] no es un defecto, no es un fallo de su hijo; es su forma de decir ‘estoy sufriendo, necesito algún tipo de apoyo’. Es un grito de ayuda, es un ‘falta algo’, explica. “Así que cuando se sienten con ellos, pregúnteles: ‘¿Qué puedo hacer para apoyarles, ¿cómo podemos evitar que esto vuelva a ocurrir?”
Hablar acerca del suicidio no hace que sea más probable que ocurra
La regla número uno para apoyar a las personas que puedan estar teniendo pensamientos suicidas: no tenga miedo de hablar del tema.
“Muchas de las mentalidades que vemos consisten en decir: ‘Si hablo del suicidio, les van a entrar ganas de hacerlo”, afirma Hampton. ” Estamos intentando deshacernos de esa mentalidad. Hablar de ello no va a hacer que lo lleven a cabo; hablar de ello va a hacer que sientan que se les escucha”.
En cuanto a cómo abordar el tema, Hampton recomienda pequeños momentos de conexión. En lugar de concertar una única reunión, intente integrarla en los contactos cotidianos. “Cuando llegan a casa del colegio, tiran la mochila y se van a su habitación, puede ser una buena oportunidad para preguntarles: ‘Oye, ¿qué ha pasado hoy? ¿Qué necesitas?”
Los pequeños momentos pueden recordar a los jóvenes que estamos siempre presentes y dispuestos a ayudarles cuando estén preparados.
Cómo conseguir ayuda
Si usted está sufriendo una emergencia potencialmente mortal, llame al 911.
Para obtener ayuda 24/7/365 con la prevención del suicidio o cualquier cosa relacionada con la salud mental o el consumo de sustancias en Colorado:
- Llame al 1-844-493-TALK (8255),
- Envíe el mensaje TALK al 38255,
- Visite un centro sin cita previa 24/7. (En Denver: 4353 E. Colfax Avenue).
Si necesita asistencia inmediata fuera de Colorado, llame al 988 para que le pongan en contacto con el servicio de asistencia local correspondiente a su prefijo.
Algunas organizaciones dedicadas a los jóvenes LGBTQ+ incluyen:
Por último, si conoce a un adulto al que le vendría bien un poco de apoyo, el programa TherapyDirect de WellPower ofrece conexión inmediata con un consejero profesional, sin necesidad de contar con cita previa ni seguro médico.